¿Te suena eso de “necesito ver a mi equipo para saber si trabaja”? En demasiadas empresas españolas, el liderazgo todavía se confunde con supervisión. Se controla la presencia, no el propósito; se mide el tiempo, no el impacto. Nuestro estudio Culture Pulse España 2025 confirma que el cambio cultural se estanca justo donde más falta hace: en los mandos intermedios. Son ellos quienes pueden acelerar o frenar cualquier transformación. Pero muchos siguen atrapados en un modelo jerárquico que premia la obediencia y penaliza la iniciativa.
El control genera dependencia. La confianza, en cambio, genera compromiso. Empoderar no significa soltar sin rumbo: significa ofrecer un marco claro, alinear expectativas y confiar en la madurez del equipo. Las organizaciones que lo han entendido sustituyen la aprobación constante por la conversación adulta. Como dijo uno de los líderes entrevistados: “Se habla mucho de confianza, pero todavía cuesta practicarla.”
El verdadero salto pendiente es mental: dejar de “dirigir tareas” para empezar a “diseñar contextos”. El líder del futuro no es quien tiene todas las respuestas, sino quien genera las condiciones para que otros las encuentren. Empoderar de verdad implica aceptar el error como parte del aprendizaje y compartir la responsabilidad del éxito.
💡 Buena noticia: este cambio es posible. Cada conversación sincera, cada espacio donde alguien se atreve a decir “no lo sé”, acerca a tu organización a una cultura más madura y libre.